Este domingo se realizó una importante asamblea de mujeres en Madygraf, la gráfica bajo control obrero. Allí se votó, entre otras medidas, impulsar una campaña por jardines maternales y juegotecas.
Formaron la Comisión de Mujeres para defender los puestos de trabajo de sus esposos, luego, cuando los empresarios abandonaron la empresa, lucharon juntos también por poner en pie la fábrica bajo control obrero. Hace más de tres años que estás mujeres se ocupan de la producción y administración, junto a sus compañeros, de la fábrica gráfica ubicada en la zona norte del gran Buenos Aires.
En estos tres años no abandonaron la lucha que llevan adelante las mujeres. Por eso convocaron a esta asamblea que contó la presencia de mujeres que trabajan en fábricas, hospitales, dependencias estatales y escuelas, así como jóvenes estudiantes secundarias y universitarias, las diputadas Nathalia González Seligra y Myriam Bregman (PTS-FIT) y Andrea D’Atri, dirigente del PTS y de la agrupación de mujeres Pan y Rosas.
A continuación publicamos una entrevista, realizada hace dos años (cuando todavía luchaban por la expropiación), a integrantes de la Comisión de Mujeres, que cuenta cómo pusieron en pie la Juegoteca. Vale la pena repasar esta experiencia para ver cómo se generaliza a todos los lugares de trabajo.
Este espacio, dedicado y construido para los hijos de quienes trabajan en la gestión obrera, es la primera en el gremio gráfico y la tercera en una fábrica en zona norte.
Las obreras y los obreros de Kraft y Unilever Tortuguitas, también cuentan con jardines maternales. Pero vale destacar la singularidad de este caso por los esfuerzos que realizaron quienes asumieron la responsabilidad de poner a producir la planta gráfica, bajo gestión de sus trabajadores. En dos años lograron construir la juegoteca, al tiempo que atravesaron distintos conflictos para poner la fábrica a producir. En estos dos años los obreros tuvieron que buscar clientes; enfrentar las trabas de la Justicia y los síndicos que hoy siguen reteniendo el 10% de sus salarios; movilizarse y entrevistarse con diputados para exigirles que aprueben la ley de expropiación, entre otras cosas. En este tiempo pudieron, además, construir este espacio para que las mujeres, no solo puedan trabajar, sino ser parte de la organización de lucha que se mantiene para obtener la ley de expropiación, exigir trabajo al Estado y organizarse por sus derechos como mujeres y trabajadoras. Como parte de esta lucha por conservar los puestos de trabajo, pusieron en pie la juegoteca, donde, gracias a la colaboración de docentes, se están realizando distintos talleres: de deportes y juegos recreativos, literario, de arte, de folklore, de ajedrez, taller de yoga infantil.
Para conocer sobre cómo lo lograron, hablamos con Erica Gramajo, integrante de la Comisión de Mujeres, y trabajadora de MadyGraf.
En un primer momento, el fondo de lucha tenía por objetivo defender los puestos de trabajo y no permitir que se quiebre por el hambre. Armando bolsones de comida para las más de 200 familias de la exDonnelley. Después nos pusimos nuevos objetivos: útiles escolares, huevos de pascuas, pañales y los bolsones de alimentos, que era lo que más nos preocupaba. Eran momentos durísimos de alacenas vacías. Eso nos llevó a soñar, y luego a ponernos como un nuevo objetivo luchar por tener la juegoteca para nuestros niños.
Hoy contamos con un espacio para nuestros hijos que tiene baños para chicos, baños para discapacitados, y todas las medidas de seguridad necesarias. Nos han dicho que está en mejores condiciones que muchas de las escuelas estatales.